MECÁNICA DE SUPERVIVENCIA

  Si hablamos de coches míticos en España, hay uno que se lleva la palma. No, no es el Ibiza ni el Panda. Estamos hablando del SEAT 124 , el coche que hizo que tu abuelo, tu padre y hasta el vecino del quinto se sintieran como pilotos de rally cada vez que cogían una curva. Este bicho salió en 1968 y fue la revolución de las carreteras. Un coche que no solo iba rápido (para la época), sino que además era más confiable que un amigo que nunca te deja tirado. Pero no nos engañemos, también tenía sus cosas: tragaba gasolina como si no hubiera un mañana y la dirección era más dura que la resaca de un domingo. Nacimiento de un Icono (1968-1980) El SEAT 124 nació en 1968, cuando SEAT (la marca que dominaba España) decidió hacer un coche espacioso, rápido y asequible para las familias que querían algo más que un cuatro latas. Basado en el FIAT 124 italiano, pero con el toque español que lo hacía más duro que un bocata de ladrillos , este coche lo petó desde el minuto uno. Disponía d...

A ver, colega. La ITV no es más que una prueba para que tu coche no sea una bomba rodante, pero entre tú y yo: nadie quiere perder el tiempo ni el dinero en ir dos veces porque no te han dado el puto aprobado. Así que hoy te traigo los trucos definitivos para que tu coche pase la ITV a la primera y salgas de ahí con una sonrisa de oreja a oreja. 🚗💨 1. Luces: Que ilumines el camino, no que lo apagues Lo primero que revisan en la ITV son las luces, y con razón. Si tienes una bombilla fundida o mal regulada, estás jodido. Así que antes de ir: Comprueba todas las luces: Cortas, largas, intermitentes, antiniebla y las de freno. Límpialas bien: Si están sucias, parece que tu coche lleva gafas de culo de vaso. Ajusta la altura: Si las largas están apuntando a la luna, te van a suspender. 🛠 TRUCO: Pide a un colega que mire si todas las luces funcionan mientras tú las pruebas. Si estás solo, aparca delante de una pared para ver el reflejo. 2. Neumáticos: No vayas con ruedas ...

Mira, colega. Todos hemos estado ahí. Estás conduciendo, disfrutando del día, y de repente… ¡ZAS! Un pinchazo. ¿Qué haces? ¿Te quedas ahí como un gilipollas esperando a que venga la grúa? ¿O prefieres ser un puto hombre y cambiar la rueda de repuesto tú mismo? Aquí te voy a enseñar cómo hacerlo para que, la próxima vez, no te veas como un pringao con el culo pegado al asiento esperando que te rescaten. ¡Vamos al lío! 🚗💥 Lo primero: No entres en pánico, ¡esto no es el fin del mundo! Relájate, no estás atrapado en el fin del mundo ni en una película de terror. Cambiar una rueda no es tan complicado como lo pintan. Todo lo que necesitas es tener los cojones de hacerlo y los materiales adecuados. Si tienes las herramientas en el maletero, tienes todo lo que necesitas para arreglar esta mierda. ¿Qué necesitas para no cagarla en el intento? Gato hidráulico: El héroe del día, el que va a levantar tu coche sin esfuerzo. Llave de cruz o llave de ruedas: Esa herramienta que te hará...

Vamos a decirlo claro: si llevas el pie en el embrague todo el puto rato, no es culpa del coche que huela a quemado, ¡es culpa tuya, figura! Pero tranqui, aquí te voy a explicar cómo cambiar el embrague tú mismo, porque en el taller te van a soplar lo que cuesta un riñón en el mercado negro. Así que manos a la obra, que tienes faena. 1. ¿Por qué se jode el embrague? Antes de meternos en harina, entendamos qué cojones pasa con el embrague: Abuso: Si lo usas como reposapiés, lo desgastas antes de tiempo. Conducción agresiva: Salir quemando rueda no es de Fast & Furious, es de quemar el embrague en tiempo récord. Mal mantenimiento: Si no revisas el cable o el líquido, acabas con un pedal que parece de chicle. Resultado: el embrague acaba patinando más que tú en tus decisiones amorosas. 2. Herramientas necesarias para cambiarlo tú mismo No te voy a engañar, cambiar un embrague no es como cambiar una bombilla. Necesitarás: Gato hidráulico y borriquetas: Para levantar...