"Cómo cambiar el embrague (porque lo llevas siempre pisado, animal)"
Vamos a decirlo claro: si llevas el pie en el embrague todo el puto rato, no es culpa del coche que huela a quemado, ¡es culpa tuya, figura! Pero tranqui, aquí te voy a explicar cómo cambiar el embrague tú mismo, porque en el taller te van a soplar lo que cuesta un riñón en el mercado negro. Así que manos a la obra, que tienes faena.
1. ¿Por qué se jode el embrague?
Antes de meternos en harina, entendamos qué cojones pasa con el embrague:
- Abuso: Si lo usas como reposapiés, lo desgastas antes de tiempo.
- Conducción agresiva: Salir quemando rueda no es de Fast & Furious, es de quemar el embrague en tiempo récord.
- Mal mantenimiento: Si no revisas el cable o el líquido, acabas con un pedal que parece de chicle.
Resultado: el embrague acaba patinando más que tú en tus decisiones amorosas.
2. Herramientas necesarias para cambiarlo tú mismo
No te voy a engañar, cambiar un embrague no es como cambiar una bombilla. Necesitarás:
- Gato hidráulico y borriquetas: Para levantar el coche y que no te aplaste, genio.
- Llaves y vasos: Para desmontar medio motor, básicamente.
- Juego de destornilladores: Porque siempre hay algún tornillo cabrón que se esconde.
- Kit de embrague nuevo: Plato de presión, disco y rodamiento.
- Manual del coche: Esto no es opcional, te salvará el culo.
🛠 TRUCO: Si no tienes espacio o herramientas, mejor pide ayuda a un colega que tenga un garaje decente.
3. Paso a paso para cambiar el embrague (sin volverte loco)
Paso 1: Levanta el coche
Usa el gato hidráulico para levantar el coche y ponlo sobre borriquetas. No seas gilipollas e intentes hacerlo solo con el gato, que acabarás en urgencias.
Paso 2: Desmonta la caja de cambios
- Quita los cables de la batería (seguridad ante todo, campeón).
- Saca la caja de cambios. Esto implica desconectar cables, varillaje y soltar los soportes. Sí, es un dolor de huevos, pero necesario.
- Baja la caja con cuidado, no como si fuera un saco de patatas.
Paso 3: Quita el embrague viejo
- Desatornilla el plato de presión que sujeta el disco de embrague.
- Saca el disco viejo. Probablemente esté más quemado que tú después de un verano sin protector solar.
- Revisa el volante motor. Si está rayado, tendrás que cambiarlo o rectificarlo.
Paso 4: Monta el nuevo embrague
- Coloca el disco nuevo en el volante motor. Usa una herramienta de centrado para que quede perfecto.
- Atornilla el plato de presión y asegúrate de que todo esté bien ajustado.
- Cambia el rodamiento del collarín, porque si no, volverás a estar jodido en poco tiempo.
Paso 5: Remonta la caja de cambios
- Sube la caja de cambios y conecta todo lo que desmontaste: varillaje, cables, soportes… Sí, toca sufrir un poco aquí.
- Ajusta todo bien y conecta la batería.
Paso 6: Prueba el embrague
Antes de salir a quemar rueda, prueba que todo funcione:
- Que el pedal tenga buena presión.
- Que entren todas las marchas suaves como el culito de un bebé.
4. Consejos para que no lo jodas otra vez
- No pises el embrague a lo tonto: Es un pedal, no un reposapiés.
- Sal suave en primera: No lo uses como un botón de nitro.
- Revisa el sistema: Mantén el cable o el líquido en buen estado.
Vídeo recomendado
Si quieres verlo en acción, aquí tienes un vídeo que lo explica de lujo:
Fuentes consultadas
Y listo, máquina. Con esto, tu coche estará como nuevo y tú habrás aprendido que cuidar el embrague no es opcional. ¡A darle caña al motor, pero con cabeza esta vez! 🚗🔥
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